Tengo un sueño

Amadeo Palliser Cifuentes
Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

‘Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad Y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas’

(Martin Luther King)

En Catalunya hace más de 300 años que vivimos una situación de represión, con altibajos, pero siempre reprimidos. Y en esta última década, de una forma descarnada, pues hicimos caer la careta al reino de España, y no gustó a nadie, excepto a sí mismo; y eso no nos lo perdonarán nunca.

Lo grave, asimismo, es que como es habitual en todo conflicto, las situaciones de crisis comportan desestabilización, incluso entre los acérrimos defensores de la independencia de Catalunya. Ayer tuvimos un claro ejemplo de lucha cainita. Debemos evitar seguir en esa senda. Eso es lo que quiere el reino más corrupto de la UE, que utiliza sus cloacas para sus fines.

Sabemos que muchos disfrutan de esa situación, ayer, por ejemplo, en nuestro pequeño colectivo de Meridiana Resisteix, mientras pasaba semáforos en verde con la ‘estelada’ (la bandera independentista), un transeúnte me dio un codazo, otro me dijo: ‘Ahora a por Puigdemont’, y otro espécimen, con apellido de tomate frito, envió un mensaje al YouTube que tenemos, diciendo: ‘Borràs a Wad-ràs’, refiriéndose a la presidenta del Parlament, destituida, y deseándole la reclusión en el centro penitenciario de Barcelona que lleva ese fatídico nombre. Son minucias, pero no dejan de ser el reflejo de lo antidemócratas que son muchos de los unionistas (afortunadamente, no todos).

Realmente, la situación es muy compleja, y todos deberíamos efectuar un análisis autocrítico sincero, y volver a la senda de la unión, la del ‘JuntsxSi’, que fue tan positiva.

Los que no estén por esa labor, que siempre los hay, que sigan sus batallas, que, los que vayamos unidos, seremos más fuertes.

Llegado este momento, me parece muy interesante e ilustrativo recurrir de forma abusiva, trasladando ampliamente el discurso de Martin Luther King (1929-1968), líder de uno de los principales movimientos para los derechos civiles; un líder con una ideología antirracista, socialdemócrata, pacifista, que buscaba la libertad y el respeto de sus compatriotas negros.

Ese famoso discurso lo pronunció en Washington, el 28 de agosto de 1963, delante del monumento a Abraham Lincoln, delante de una manifestación histórica de más de 200.000 personas, mayoritariamente de color negro, reclamando los derechos civiles de todos sus hermanos de color.     

Como sabemos, Luther King fue asesinado el 4 de agosto de 1968, y rápidamente declarado culpable James Earl Ray, si bien, posteriormente se declaró inocente. Y el año 2000, el departamento de justicia de los EUA estableció que no había pruebas de ninguna conspiración y cerró el caso, por lo que hoy día, todavía no se sabe quién mató a L. K., y quién dio la orden.

La copia (parcial) de ese discurso me parece muy interesante, pues, salvando las muchísimas diferencias, si sustituimos a los negros por los independentistas catalanes, podemos ver que las reivindicaciones de libertad, votación, no discriminación, violencia del estado, etc., etc., son idénticas. 

‘Hace un siglo, un gran estadounidense (…) firmó la Proclamación de Emancipación (…) (…) Cien años después, las personas negras todavía no son libres. Cien años después, la vida de las personas negras sigue todavía tristemente atenazada por los grilletes de la segregación y por las cadenas de la discriminación (…) y se sienten exiliadas en su propia tierra.

(…) Nos negamos a creer que el banco de la justicia está en bancarrota. Nos negamos a creer que no hay fondos suficientes en las grandes arcas bancarias de las oportunidades de esta nación. Así que hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dé las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.

También hemos venido a este santo lugar para recordar a América la impetuosa urgencia del ahora. No es el momento de darse el lujo de tomar el tranquilizante del gradualismo. Ahora es el momento de hacer que las promesas de democracia sean reales. Ahora es el momento de subir desde el oscuro y desolado valle de la segregación al soleado sendero de la justicia social. Ahora es el momento de alzar a nuestra nación desde las arenas movedizas de la injusticia racial a la sólida roca de la fraternidad. Ahora es el momento de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios.

Sería desastroso para la nación pasar por alto la urgencia del momento y subestimar la determinación de las personas negras. Este asfixiante verano del legítimo descontento de las personas negras no pasará hasta que hay un estimulante otoño de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un comienzo. Quienes esperaban que las personas negras necesitaran soltar vapor y que ahora estarán contentos, tendrán un brusco despertar si la nación vuelve a su actividad como si nada hubiera pasado.

No habrá descanso ni tranquilidad en América hasta que las personas negras tengan garantizados sus derechos como ciudadanos. Los torbellinos de revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que nazca el día brillante de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi pueblo, que está en el cálido umbral que lleva al interior del palacio de justicia. En el proceso de lograr nuestro legítimo lugar, no debemos ser culpables de acciones equivocadas. No busquemos saciar nuestra sed de libertad bebiendo de la copa del encarnizamiento y del odio.

Debemos conducir siempre nuestra lucha en el elevado nivel de la dignidad y la disciplina. (…) La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra no debe llevarnos a desconfiar de todas las personas blancas, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como su presencia hoy aquí evidencia, han llegado a ser conscientes de que su destino está atado a nuestro destino. Han llegado a darse cuenta de que su libertad está unida a nuestra libertad.

No podemos caminar solos. Y mientras caminamos, debemos hacer la solemne promesa de que siempre caminaremos hacia adelante. No podemos volver atrás. Hay quienes están preguntando a los defensores de los derechos civiles: ‘¿Cuándo estaréis satisfechos?’ No podemos estar satisfechos mientras las personas negras sean víctimas de los indecibles horrores de la brutalidad de la policía. (…) No podemos estar satisfechos mientras una persona negra en Mississippi no pueda votar y una persona negra en Nueva York crea que no tiene por qué votar. No, no, no estamos satisfechos y no estaremos satisfechos hasta que la justicia corra como las aguas y la rectitud como un impetuoso torrente.

No soy ajeno a que algunos de vosotros habéis venido aquí después de grandes procesos y tribulaciones. Algunos de vosotros habéis salido recientemente de estrechas celdas de una prisión. Algunos de vosotros habéis venido de zonas donde vuestra búsqueda de la libertad os dejó golpeados por las tormentas de la persecución y tambaleantes por los vientos de la brutalidad de la policía. Habéis sido los veteranos del sufrimiento fecundo. Continuad trabajando con la fe de que el sufrimiento inmerecido es redención.

Volved a Mississippi, volved a Alabama (…) sabiendo que de un modo u otro esta situación puede y va a ser cambiada.

Os digo hoy, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado en el sueño americano. Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y alcanzará el verdadero significado de su credo: ‘Afirmamos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres han sido creados iguales’.

(…) Tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por los rasgos de su personalidad. Tengo un sueño … Tengo el sueño de que un día allá abajo en Alabama, con sus despiadados racistas, con su gobernador que tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un día, justo allí en Alabama niños negros y niñas negras podrán darse la mano con niños blancos y niñas blancas, como hermanos y hermanas.

(…) Con esta fe seremos capaces de transformar las chirriantes disonancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de fraternidad.

(…) Y si América va a ser una gran nación, esto tiene que llegar a ser verdad.

(…) Que repique la libertad. Y cuando esto ocurra y cuando permitamos repicar a la libertad, cuando la dejemos repicar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad (…) podrán cantar juntos el viejo espiritual negro: ‘¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, somos al fin libres!

Efectivamente, estoy convencido que una lectura a fondo nos ha de ser muy ilustrativa y pedagógica.

Es preciso señalar que la famosa manifestación que hemos comentado fue de 200.000 participantes, de todo el país. Obviamente, por las dificultades y persecuciones, no fueron más.

Nosotros podemos hacerlas pacíficamente, en nuestra Diada del 11 de Setiembre, con diferentes performances. ¿Qué conseguiríamos si hiciésemos una sentada durante unos días?

El 16 de marzo del 2019, la ANC y Òmnium organizaron una marcha a Madrid, fuimos más de 120.000 personas las que asistimos festivamente, pero no conseguimos nada, ya que sólo se pretendía buscar la fotografía. Si no se molesta, no se consigue nada, se consigue la fotografía y nada más; y los medios de comunicación sistémicos se dedican a ridiculizar la acción, disminuyendo el número de los participantes. Igual pasa con nuestro pequeño grupo de la Meridiana, que hemos pasado a ser invisibles (en parte, por el interés de los ‘responsables’ políticos que tenemos, y por sus medios de comunicación subvencionados)  

Luther King señalaba que ya no era momento de gradualismos, y precisamente eso es lo que predomina en la actual mesa de diálogo.

El reino de España olvida que se trata de un tema de principios éticos y morales. La democracia no es seguir unas leyes inamovibles, por mucho que el ministro Félix Bolaños nos quiera vender esa moto, que ERC ha comprado. Bolaños siempre se ha movido con el BOE en la mano, pues durante unos años fue responsable jurídico del banco de España, y de ahí, al gobierno. Y no necesitamos tecnócratas que avalen el ‘lawfare’ (la guerra judicial, que siempre es asimétrica, y consiste en utilizar el sistema legal contra un enemigo)

Todo se vende y se compra, según los propios intereses, está claro. Hasta hace un par de días, el 52% de representantes independentistas en el Parlament de Catalunya, era irrelevante, ya que los unionistas únicamente nos reconocerían si fuéramos el 100%, y aún así.

Pero, hace un par de días se publicó la encuesta del CEO y, curiosamente, refleja que los unionistas han pasado a ser el 52% y los independentistas hemos caído al 48%.

Ya sabemos que no hay que dar una excesiva importancia a ninguna encuesta, ya que fallan de base, y encima son cocinadas.

Pero el hecho relevante es que ahora sí que el 52% unionista tiene valor; y el nuestro, que es efectivo fruto de unas votaciones, no lo es. Y eso demuestra, únicamente, que ‘los negros independentistas’ seguimos valiendo menos. Esa es su democracia.

Es decir, que deberíamos seguir a Martin Luther King, que no proclamaba la violación de la ley, sino que sostenía que no pueden obedecerse leyes injustas. La legalidad no debe estar por encima de la legitimidad. Y unas leyes, como la constitución, que nunca podremos modificar los independentistas, es una ley injusta, por mucho que la votásemos.

Luther King también dijo:

‘un día te encontrarás con una gran oportunidad delante de ti y ésta te pedirá tomar una posición firme delante de un gran principio, una gran cuestión, una gran causa. Tu te harás atrás excusándote con el argumento de que quieres vivir una vida más larga. Quizás tendrás miedo de perder tu trabajo o de que te critiquen, o de perder popularidad. Quizás también tendrás miedo que alguien te ataque con un cuchillo o una bomba en tu casa, y por eso decides no tomar ninguna posición firme …. Ya que, así, podrás ir viviendo hasta que tengas 90 años, pero estarás tan muerto a los 38 como lo estarás cuando tengas 90. La interrupción de tu vida no será más que el anuncio caduco de una muerte de espíritu que sucedió tiempo atrás. Moriste cuando no quisiste volver a levantarte para defender el derecho. Moriste cuando no quisiste levantarte para defender la verdad. Moriste cuando no quisiste volver a levantarte para defender la justicia’

Ya lo dice el viejo refrán castellano: ‘a Dios rogando y con el mazo dando’

Hoy me he excedido con este largo escrito, que he pretendido que sea una despedida temporal, todos necesitamos descansar. También me parece interesante resaltar que no debemos olvidar nuestros sueños, y no vale que sea el de seguir soñando, debemos ser activos, si queremos conseguirlo, sea el que sea.

Pasado mañana cumpliré 72 años, estadísticamente, con suerte, me quedan 8 o 9 años, ya que la esperanza de vida para los hombres, en Catalunya, es de 81 años. Y de ese resto, no sé cuántos serán con calidad de vida y autonomía. Si tiene razón Deulofeu, como cité hace unos días, el 2029 España colapsará. Quizás lo podré ver. Pero preferiría que nuestra independencia la consiguiéramos nosotros, no que nos viniera de un mal rebote.

En definitiva, aún a mi edad, tengo mis sueños, y no los perderé, las dificultades me los potencian.

Hasta la vuelta y muchas gracias

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