* Reiteramos: Si los ciudadanos ya pusieron un peso más de su bolsillo y lo hicieron sin renegar porque lo consideraron justo; y si los transportistas seguimos subsidiando el costo del transporte con 7.50 pesos cada viaje-persona en la Ciudad de México, “creemos justo que el Gobierno de la Ciudad de México también ponga su parte” porque somos socios en la movilidad de la capital
Ciudad de México, a 4 de agosto de 2022
Los integrantes de la dirigencia colegiada de Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) expresamos a los ciudadanos usuarios del transporte público concesionado en la Ciudad de México que el anuncio realizado la semana anterior, contrario a lo dicho por la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, no es una solicitud de incremento a la tarifa, sino de un subsidio por parte de su administración, que nos permita mitigar el costo de cada viaje-persona y así responder a las necesidades de una movilidad digna, segura y confortable.
Los estudios técnicos precisan que el costo por mover a una persona en la Ciudad de México es de 13.50 pesos en este 2022; el costo que el gobierno de la Ciudad de México tenía en la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) por cada viaje-persona en 2020 era de 13.59 pesos, que al día de hoy, dos años después, debe andar en los 14.10 pesos.
En el costo del pasaje en la RTP que es de 4 pesos en promedio, el Gobierno de la Ciudad subsidia a cada uno de los pasajeros en ese sistema con el dinero de todos los contribuyentes por hasta 10 pesos. En cambio, nosotros, sin recibir dinero del gobierno, subsidiamos a cada pasajero con 7.50 pesos, que no deberían salir de nuestros bolsillos y deberían aplicarse a tener un mejor transporte.
De eso es de lo que estamos hablando señora Jefa de Gobierno. El pasado 27 de julio dijimos que iniciaríamos un proceso de relacionamiento con el Gobierno de la Ciudad de México y el Congreso local, con el objetivo de lograr que se apruebe una partida presupuestal de los recursos de esta capital para 2023 y los años venideros por los dos pesos que faltan para completar la tarifa que necesitamos en el corto plazo.
A diferencia de lo que respondió la Jefa de Gobierno, nunca solicitamos un incremento de tarifa. Así se lo hicimos saber a los señores y señoras reporteros que acudieron a la rueda de prensa que realizamos afuera de las oficinas de la Jefa de Gobierno ese día.
Nos extraña entonces la calidad de colaboradores o asesores que tiene la Jefa de Gobierno porque fuimos frente a sus oficinas, nos preguntaron —como cada ocasión a vamos—, se los dijimos, escucharon la rueda de prensa y les dimos los boletines. Y aun así no le entregan bien la información.
O bien, la Jefa de Gobierno, de manera consciente y sistemática busca desviar la atención de nuestras demandas, respondiendo cosas diferentes a las que planteamos, tratando de desvirtuar nuestras solicitudes como lo hizo antes del 9 de julio pasado.
Nuestra solicitud es clara, concisa y precisa: Los concesionarios del transporte público en la Ciudad de México, agrupado en Fuerza Amplia de Transportistas, quienes estamos comprometidos con ofrecer un mejor servicio a los usuarios, solicitamos un trato si no igual, similar al que tiene la RTP porque también somos socios de gobierno en la tarea de otorgar a la ciudadanía el derecho humano a la movilidad.
En este sentido es que solicitamos un bono de combustible que nos ayude a resarcir las pérdidas que cada día son más cuantiosas, con un vale equivalente a los dos pesos que no fueron atendidos en nuestra solicitud de incremento de tarifa.
Y reiteramos lo dicho la semana pasada: Si los ciudadanos en general ya pusieron un peso más de su bolsillo y lo hicieron sin renegar porque lo consideraron justo; y si nosotros, los transportistas, seguimos subsidiando el costo del transporte con 7.50 pesos cada viaje-persona en la Ciudad de México, “creemos justo que el Gobierno de la Ciudad de México también ponga su parte”.
Porque no se vale presumir que tenemos el precio del pasaje más bajo de la República Mexicana presumiendo con el esfuerzo y la economía ajena, ya que nosotros no somos robots, también somos personas y también tenemos derechos, si es que como dice su slogan, esta es una ciudad de Derechos.