Por Carlos Camilión, VP y Líder de Tecnología en IBM México.
En 2021 quedó claro que el enfoque de un solo proveedor para la nube ya no funciona. Un reciente estudio de IBM reforzó esto: solo el 8% de los encuestados en México informaron usar una sola nube privada o pública en 2021, en comparación con el 28% en 2019.
Las consecuencias del bloqueo de proveedor se han vuelto dolorosamente claras: falta de innovación, angustia por la seguridad y preocupaciones por la confiabilidad. La pandemia de COVID-19 proporcionó una plataforma para acelerar la transformación digital y las empresas comenzaron a repensar el valor de mantener las aplicaciones en las instalaciones, siendo más reflexivas sobre qué aplicaciones pasan a la nube y cuáles permanecen on premise.
El caso de un enfoque híbrido y multinube nunca ha sido más claro. Entonces, ¿qué sigue? Hemos echado un vistazo al 2022 para explorar lo que podría deparar el año para el mundo de la nube híbrida.
Las empresas migrarán estratégicamente las cargas de trabajo mientras adoptan la modernización
A medida que las organizaciones avancen en sus viajes híbridos y multinube, su enfoque cambiará hacia la determinación de qué cargas de trabajo van en qué sitio. Al principio de sus caminos a la nube, a menudo las empresas trasladaban cargas de trabajo simples y ahora están evaluando la migración de cargas de trabajo más complejas y de misión crítica en su proceso de modernización. En el próximo año, deberán hacer un inventario de sus entornos de TI para seleccionar qué aplicaciones y cargas de trabajo son las más adecuadas para la nube y cuáles deben permanecer en las instalaciones.
Futuro de la nube: la seguridad estará al frente y en el centro mientras crecen las ciberamenazas
Una de las muchas razones por las que las organizaciones están adoptando cada vez más un enfoque híbrido y multinube es para mitigar el riesgo de la concentración de proveedores a medida que aumentan las amenazas cibernéticas. Con la protección de datos como prioridad, las empresas también favorecerán la seguridad diseñada con un solo punto de control para obtener acceso a una visión integral de las amenazas y mitigar la complejidad en el próximo año. Si bien las empresas planean para 2022, también deben recordar prepararse para el futuro a largo plazo. A medida que la computación cuántica se fortalece y plantea riesgos potenciales, como la capacidad de romper rápidamente los algoritmos de cifrado y acceder a datos confidenciales, las organizaciones deben mirar más allá de las amenazas a corto plazo y considerar los próximos 10, 15 y 20 años.
Preparación para la gobernanza de datos: el auge de las nubes para la industria
El 68% de los encuestados en México del mismo estudio están de acuerdo en que el cumplimiento normativo relacionado con la industria es un obstáculo significativo. Alcanzar los requisitos de seguridad y cumplimiento normativo es importante para las industrias altamente reguladas, como el sector de servicios financieros y las agencias gubernamentales, por ejemplo. A medida que estas industrias se esfuerzan por satisfacer las demandas de los clientes y ciudadanos digitales actuales, la adopción de la nube está evolucionando hacia nubes especializadas. Las plataformas específicas para la industria se utilizarán cada vez más para ayudarlos a equilibrar la innovación con protocolos de cumplimiento estrictos. Al elegir la plataforma correcta, una con controles integrados, podrán innovar al ritmo del cambio, al asegurar que no se quedan atrás mientras su industria implementa nuevas regulaciones o modifica las existentes.
Si bien nadie sabe exactamente cómo se desarrollará el 2022, podemos estar seguros de que los últimos dos años han sido un punto de inflexión para la transformación digital. En América Latina, como en todo el mundo, las organizaciones están acelerando sus viajes de transformación digital: adoptan nuevos modelos comerciales, mueven cargas de trabajo a la nube y digitalizan sus operaciones. Esperamos que la nube híbrida continúe desempeñando un papel fundamental a la hora de impulsar la innovación necesaria para generar resiliencia y abrir nuevas oportunidades para las organizaciones en el futuro.