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Tía Jemima

Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

El tema del racismo ha sido uno que ha tomado fuerza en últimas fechas, y es que la muerte de George Floyd un hombre afroamericano a manos de un policía blanco en Estados Unidos enardeció a la población y es un tema que se mantiene vigente en redes sociales. Tanto así que algunas marcas, aprovechando la situación, han decidido modificar su imagen.

El caso más reciente es el de “Aunt Jemima” marca que pertenece al Grupo Quaker Oats desde 1926 -que a su vez fue adquirido por PepsiCo en 2001-, que en esencia vende productos para el desayuno, principalmente harina para hotcakes. Es interesante que con más de 130 años de existir finalmente han reconocido que los orígenes de su identidad se basan en un estereotipo racial, específicamente la imagen de la “tía Jemima” que es la imagen de una mujer de raza negra. El logotipo, según el sitio web de la marca, data de 1890, el personaje fue llevado a la vida por Nancy Green una narradora de cuentos, cocinera y activista que fue una de las primeras modelos afroamericanas en convertirse en la identidad de una marca corporativa. Lo cierto es que, de primera, la identidad de la marca no molestaría, pero al analizar el contexto bajo el cual se dio se entiende la molestia de algunos en su uso pues ésta buscaba, en aquel entonces, representar el estereotipo de la mujer amable afroamericana que trabaja como sirvienta o niñera de una familia de raza blanca.

Si bien Pepsi aún no ha presentado la nueva imagen -nombre y logotipo- de esta línea de productos, pues estará lista hasta otoño de este año, sí dieron a conocer que realizarán una donación de 5 millones de dólares durante los próximos cinco años en apoyo a la comunidad negra, una buena jugada que busca resarcir el daño de una u otra manera.

Queda claro que este problema no sólo se vive en el país vecino del norte, recientemente y derivado de la misma temática, en redes sociales tomó fuerza el trabajo del artista plástico Michael López Murillo quien en 2013 lanzó un proyecto que se titula “Redireccionado” con el objetivo de motivar la aceptación de nuestras raíces cambiando a los modelos que aparecen en el empaque de la leche entera Lala. En su momento, la empresa contestó el argumento de López Murillo señalando que las imágenes de sus productos tenían un objetivo “aspiracional” que se sustentaba en un trabajo de mercadotecnia de producto, hoy la marca se mantiene en el dicho diciendo que: son una empresa orgullosamente mexicana comprometida con sus valores.

Nos guste o no, los estereotipos están enraizados en muchos elementos de los productos que consumimos todos los días, y estos son claros ejemplos de cómo se ha normalizado su uso. Lo cierto es que estos cambios de imagen en las marcas sientan un precedente para mejorar las estrategias integrales de comunicación a fin de que busquen identificar mejor a su consumidor apelando a la empatía y evitando patrones o estereotipos que resulten ofensivos o aspiracionales “inalcanzables”.