Arthur Augustus William Harry Ponsonby, primer barón de Ponsonby Shulbrede (1871 – 1946) fue el autor de la frase: ‘Cuando se declara la guerra, la verdad es la primera víctima’, incluida en su obra ‘Falsehood in Wartime: Propaganda Lies of the First World War’ (1928), traducida al castellano por Yolanda Morató con el título ‘Falsedad en tiempos de guerra. Mentiras propagandísticas de la Primera Guerra Mundial’ (Athenaica Ediciones, 2018)
Y como indica Wikipedia, actualmente hay 58 conflictos armados activos en el mundo; así que poca ‘verdad’ conocemos (estos días los vídeos y desinformaciones del conflicto entre el ejército de Israel y Hamás, son un claro ejemplo).
Asimismo, en tiempo de supuesta ‘paz’ también hay engaños y mentiras.
Por eso, como dijo George Orwell (1903 – 1950): ‘En un tiempo de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario’.
Asimismo, este mismo autor, en su obra ‘1984’ (1949) señaló que: ‘Si todos aceptan la mentira impuesta por el Partido, si todos los archivos cuentan la misma mentira, la mentira pasa a la historia y se convierte en verdad’ (…) y ‘Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado’.
Ciñéndonos al conflicto entre España y Catalunya, vemos que ahora ‘toca’ tratar el tema de la posible amnistía, pues ‘tenemos una oportunidad para poner el marcador a cero, para pasar página. La amnistía es una oportunidad para curar las heridas que se han abierto a una parte y otra. Una oportunidad para el entendimiento entre las fuerzas catalanistas, que tenemos muchas diferencias, pero también puntos en común’, según señaló ayer, Jaume Asens, en la presentación del proyecto de amnistía elaborada por Sumar.
Sobre esa presentación, Vicent Partal, en su editorial de hoy (11 de octubre), señala que: ‘Los intervinientes remarcaron que esta ley de amnistía había de ser una segunda fase, después de los indultos y las modificaciones legislativas, de un proceso de recuperación de la política y de la capacidad de resolver por las vías políticas el conflicto político catalán y cómo se ha de resolver. Concretamente: ¿Es o no con el voto de los ciudadanos y es o no es votando si queremos convertirnos en un país independiente?’
Visto este panorama, me parece que la verdad brilla por su ausencia, pues:
En primer lugar, me parece extremadamente necesario recordar que Pedro Sánchez apoyó la aplicación del 155 y la represión efectuada por el PP, y que, hasta esta campaña electoral, seguía diciendo que la amnistía no cabía en la constitución, y que se comprometía a traer al ‘fugado’ Puigdemont, para que rinda cuentas a la justicia española.
Pero claro, ahora, si quiere seguir siendo presidente, la aritmética parlamentaria de los pactos le exige la amnistía. Así que ahora ‘ya cabe’ en la constitución, y se permite mostrarnos su ‘generosidad’.
En segundo lugar, ¿quién quiere poner el marcador a cero, como piden Asens y Sumar?, ¿quién quiere pasar página?, ¿la amnistía es una oportunidad para curar las heridas de ambos bandos?, ¿es una oportunidad para el entendimiento entre las fuerzas catalanistas que tenemos muchas diferencias y también puntos en común?
Realmente, si estas son las premisas para la amnistía, que se la guarden, no la queremos; ya llegarán las sentencias de los tribunales europeos.
Esas premisas comportan una rendición total de los independentistas, que no queremos pasar ninguna página, ni poner ningún contador a cero, que no queremos curar las heridas de los represores, y que sabemos que nunca, nunca, nos podremos entender con los catalanistas unionistas, como ellos (nos entenderemos en muchos temas comunes, pero en el básico y fundamental, que es la concepción de nuestro país, no)
En tercer lugar, ¿quién establece que la amnistía debía ser una segunda fase, después de los indultos?, cuando lo normal y generalmente aceptado en todos los estados occidentales, hubiese sido la aplicación directa de la amnistía.
Pero, claro, Pedro Sánchez juega a su ritmo, como los tahúres, que controlan la banca. Y, así, concedió los indultos cuando ya veía las orejas a la justicia europea, y nos los vendió como muestra de su genial estatura de estadista; como hará ahora con la amnistía.
En cuarto lugar, ‘los intervinientes remarcaron la necesidad de recuperar la política, la capacidad de resolver por las vías políticas el conflicto político catalán y cómo se ha de resolver’.
Esto es un brindis al sol para satisfacer a la mayoría silenciosa, pero no son más que palabras vacías.
¿Quieren vendernos que la ‘mesa de diálogo’ sirvió para algo?, ¿quieren vendernos que dialogando podremos abordar el conflicto, aprobando un referéndum acordado?, ¿o más bien quieren sentar las bases del nuevo gobierno ‘progre súper chachi’ y después, si te he visto, no me acuerdo?
Está claro que, por parte de los independentistas, tampoco tenemos las ideas excesivamente claras, pues vemos que cada día se profundiza más el abismo existente entre ERC y Junts, y así nos va.
Por eso me parece curioso reproducir la siguiente fábula del poeta y cantautor cubano Silvio Rodríguez, narrada en su canción de ese mismo título:
‘La visión de la vida de los 3 hermanos:
Tres hermanos emprenden un viaje para ‘descubrir y fundar’, y para ‘nunca equivocarse o errar’, y para ello, emprenden estrategias diferentes:
El ‘más grande’ viajó ‘despierto y bien atento a cuanto iba a pisar’.
El ’de en medio’ caminó ‘despierto y bien atento al horizonte’
El pequeño’ llevó ‘una pupila arriba y la otra en el andar’
Parece ser que ninguna de estas tres estrategias resultó exitosa, porque …
El mayor, ‘de tanto en esta posición caminar, ya nunca el cuello se le enderezó, y anduvo esclavo de la precaución, y se hizo viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión’.
El de en medio se pasó el camino ‘revolcado, porque no podía ver la piedra o el hoyo que vencía a su pie, y se hizo viejo, queriendo ir lejos, a donde no llegó’.
El pequeño, ‘caminó vereda adentro el que más, con un ojo en el caminio y otro en el porvenir, pero cuando vino el tiempo de resumir, ya su mirada estaba extraviada, entre el estar y el ir’.
Moraleja: los dos primeros no llegaron lejos, y el tercero, aunque llegó más allká, terminó extraviado.
‘En el primer caso, ‘ojo que no mira más allá, no ayuda al pie’, en el segundo caso, ‘ojo que no mira más acá, tampoco fue’, y, en el tercer caso, ‘ojo puesto en todo, ya ni sabe lo que ve’
Por eso, no debemos hacer caso a todos esos gurús interesados. Sabemos y somos conscientes que el 2017 votamos por la independencia, y no queremos pasar página, ni olvidar. Queremos seguir adelante. Y no queremos falsos gurús que nos engañen. Nos privarán nuestro futuro, pues tienen todo el poder, pero no nos convencerán, por más sonrisas y abrazos que nos quieran hacer ahora.