El fin de semana pasado se celebró el Super Bowl, honestamente poco sé sobre el deporte, pero si hay algo que gira en torno a este evento y que me encanta, es que es un show en todo sentido, donde marcas y artistas buscan posicionar su imagen. Principalmente el espectáculo de medio tiempo donde cada año las expectativas que giran en torno a lo que ofrecerá el artista o artistas encargados de animarlo son tan altas y variadas que siempre habrá alguien a quién le quede a deber o bien hay otros que lo pueden llegar a calificar como el mejor que han visto.
Sin embargo, este año fue especialmente “sorprendente” pues la cantante Rihanna no sólo hizo su primera actuación en público después de cinco años que no se subía a un escenario, sino que además aprovechó el momento para anunciar su segundo embarazo, aunque muy a su estilo lo hizo de una forma en la que muchos no sabían si realmente estaba anunciándolo, por lo que a pesar de no presentar temas nuevos en su actuación, su pancita acaparó toda la conversación digital.
Ciertamente su actuación también dio mucho de qué hablar, tanto así que de acuerdo con reportes oficiales el espectáculo que duró cerca de 13 minutos fue seguido por casi 119 millones de espectadores y, según la agencia Customer Experience, en redes sociales logró un alcance de 15.3 billones gracias a las menciones únicas que tuvo durante el Super Bowl LVII. Pero eso no fue todo, la cantante se ha caracterizado por ser una estratega nata, y entiende que el tiempo para comunicar es clave, por eso durante su show se encargó de posicionar además de su marca personal, su marca de maquillaje Fenty Beauty mostrándose mientras usaba uno de sus productos, lo que hizo que la acción fuera vista por una audiencia de millones.
Su presencia en la conversación digital no para, y es que uno creería que entre su regreso a los escenarios después de tanto tiempo, el anuncio de su embarazo y que muchos asociaron la momentánea caída de Twitter al bombardeo de contenido que se compartió con su nombre, sería suficiente, pero no; como lo dije el tiempo es clave y sin duda seguiremos hablando de ella en el entorno digital a largo plazo, más pues esta semana salió en la portada de marzo de la revista British Vogue en la que está acompañada de su familia: su marido ASAP Rocky y su hijo, siendo esta la primera vez que el bebé de Rihanna aparecerá en una revista. Y no sólo eso, recordemos que además es una de las nominadas a mejor canción original para los Oscar 2023.
Sin duda Apple Music, que es el nuevo socio para el espectáculo del medio tiempo, estará muy agradecido con la intérprete pues la marca pagó 250 millones de dólares por ser parte del evento y los resultados del mismo han sido espectaculares, nada menos un estudio realizado por Nielsen indica que la audiencia del Super Tazón en 2022 fue de 99.18 millones de espectadores por lo que, seguramente, este año fue mucho mayor lo que significa un mejor alcance para la marca, y los números no mienten pues el número de oyentes simultáneos de la Rihanna en dicha plataforma incrementó un 331 por ciento justo después del show.