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Todos hemos acabado siendo hombres grises

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Tras unos años de ilusiones, los independentistas catalanes hemos acabado siendo hombres grises, tristes, depresivos, desilusionados.

Ahora estamos en un impasse (callejón sin salida / compás de espera) desconcertante, y estamos perdidos, como muy bien reflejó en 1977 el cantautor catalán Francesc Pi de la Serra, en su canción ‘Un día gris a Madrís’, con la siguiente letra (traducción propia):

‘Un hombre gris, malcarado, bastante triste

llegó no diré de donde,

tanto da, todo es mundo.

Aquel era un día gris, bastante triste,

no lo recuerdo exactamente,

tanto da, hacía viento.

Yo llevaba un batín gris, bastante triste,

no de seda natural,

tanto da, es igual.

Y un pijama también gris, bastante triste,

no sé si lo llevaba abrochado,

tanto da, lo he olvidado

Me dio un papel gris, bastante triste,

pero como no sé leer,

tanto da, le dije.

Me miró con un ojo triste, bastante gris,

y no se le creyó,

tanto da, que fracaso.

Aquel era un día triste, bastante gris,

y yo me encontraba en ‘Madrís’,

tanto da, no es París.

Me pidió el papel triste, bastante gris,

media vuelta y se fue,

tanto da, se fue,

se fue.

Se fue

en un día poco claro,

no sé si volverá.

(Álbum ‘A Madrid’, 1977)

Michel Ende (1929-1995), autor de ‘Momo’ y ‘La historia interminable’, en su primera obra citada, hizo referencia a ‘Los hombres grises’, que visten de gris y son los dueños del banco del tiempo (la vida es una especie de dictadura del tiempo; y la gente se ve obligada a ahorrar ese tiempo), escribió:

‘En esta nueva sociedad, dominada por los hombres grises, ya no hay tiempo para hablar, para sonreír, para soñar, ya no hay espacio para la imaginación, la creatividad, pero, sobre todo, ya no hay tiempo para escuchar’.

‘Los que nos roban nuestro tiempo son (algunos) entre quienes la dirigen:

  • Personas sin arrojo.
  • Personas que no escuchan: porque escuchar podría abrir peligrosas puertas en dirección a lo desconocido (peligrosas para ellos/as).
  • Personas más preocupadas por los reconocimientos que generan un aplauso fácil, que por los resultados cosechados por las marcas que gestionan.
  • Personas aferradas con uñas y dientes a su poltrona, aisladas en su zona de confort.
  • Personas alérgicas a la innovación y por lo tanto, ignorantes de lo que se cuece en un mundo que les es completamente ajeno. Creen que refugiarse en ese mundo de ruido y aversión donde todo el mundo es líder en algo, es más seguro que adaptarse a lo que el consumidor realmente demanda: ética, respeto, información útil, diálogo.
  • Personas que no escuchan a sus colaboradores. Que no escuchan a sus proveedores (salvo, por supuesto, a quien les diga lo que quieren oír).
  • Y, lo peor de todo, personas que no escuchan al consumidor, que debería ser el epicentro de todo lo que hacemos. El alfa y el omega’.

(https://www.javierregueira.com)

Y en estas estamos los independentistas de base; quieren que seamos grises, anodinos, que nos quedemos en el sofá de casa y que no molestemos, que no discrepemos ni mostremos nuestro disgusto; pues ellos (los políticos del PSOE / Podemos y ERC) ya nos están haciendo los ‘deberes’.

Y ante eso, deberíamos tener presente el siguiente cuento tradicional zen, sobre la liberación:

‘Tao-hsin, destinado a ser cuarto patriarca del zen, preguntó a su maestro: ¿Cuál es el método de liberación?

¿Quién te tiene atado?, replicó el maestro.

Nadie me tiene atado, contestó.

Entonces, ¿Por qué buscas liberarte?’

(https://www.contarcuentos.com)

¿Realmente tenemos tantas ligaduras como creemos?, ¿la situación nos tiene tan ofuscados, como para renunciar a lo que queremos, a nuestros sueños?

Siguiendo con el pensamiento zen:

‘Buscar significa tener un fin y encontrar quiere decir estar abierto a todo (Siddhartha (1922), de Hermann Hesse, 1877-1962)

‘Suele ocurrir fácilmente que sus ojos sólo ven la cosa que anda buscando; este alguien no puede encontrar nada, no deja entrar nada dentro de él, porque siempre está pensando en la cosa buscada, porque tiene un fin, porque está poseído por este fin.

Pero encontrar quiere decir ser libre, estar abierto a todo’

Es decir, que debemos estar abiertos a nuevas posibilidades, debemos ser libres para elegirlas, y debemos desligarnos de los líderes que hemos tenido hasta ahora y que durante estos cinco años nos están llevando a la mera ‘conllevancia’, al mantenimiento del statu quo.

No queremos esto; no hicimos el viaje durante esta última década, para seguir con una autonomía descafeinada; no hicimos el referéndum para conseguir una desjudicialización que nos vuelva a la casilla de salida, sin perspectiva. No queremos la rutina del juego de la oca.

No aceptamos un diálogo con líneas rojas de Madrid (Madrís) que nos impide negociar un referéndum pactado y acordado. Ni aceptamos que nos vendan meras metas volantes, como grandes logros.

Sabemos que Pedro Sánchez, con su actual política de ‘potenciar la convivencia’ (un mantra falso), lo que está haciendo es potenciar a su filial PSC, a su discípulo gris y triste, Salvador Illa, para que sea el siguiente presidente de la Generalitat.

Y, lo triste es que el también gris y triste Pere Aragonès, le esté poniendo la alfombra roja (gris), sin medir las consecuencias a medio y largo plazo.

Por todo ello, sólo nos queda la alternativa de persistir en nuestras manifestaciones, que, a modo de gota malaya, puedan ir ‘despertando’ a la sociedad.