Buscar

Trendencias

Martha Nava Argüelles
Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Imposible no hablar de la reciente polémica que se levantó por la nueva canción de Shakira y Bizarrap, Music Session #53, misma que rompió records de reproducción en las primeras 24 horas de su estreno, y es que esta visibilidad tiene muchísimos factores a considerar que, independientemente de que sea o no favorable para la imagen de la cantante, o de que fue una catarsis que debió o no debió hacer pública, lo cierto es que todos, ya sea directa o indirectamente, hemos escuchado algo de la canción y esa ha sido una brillante estrategia de posicionamiento para su imagen.

Siendo honestos, a muchos la curiosidad nos gana por saber qué fue lo que pasó entre la famosa pareja, y por ende, el que la cantante esté haciendo público desde sus canciones el motivo de su rompimiento es interesante, no sólo por lo clara que está dejando la problemática, sino por lo extraño que es que una celebridad ventile tan abiertamente sus problemas maritales; la realidad es que hacerlo, no sólo divide opiniones, sino que repercute en la imagen de quién aborda el tema y los implicados. Ahora, si bien esta no es la primera vez que Shakira produce una canción resultado de su vida amorosa, si es la primera vez que lo hace con una dedicatoria tan directa, que menciona marcas, a su ex Gerard Piqué y su actual pareja, y que este, se sube al tren para “contestar”, de alguna manera, la mención.

Lo que llama mucho la atención aquí es que la canción se convirtió en todo un éxito no sólo por el morbo de conocer la historia de la misma, sino porque la letra de la canción menciona a: Rolex, Casio, Twingo y Ferrari, en un claro comparativo que permitió que las marcas -no sólo las que menciona-, se sumaran en redes sociales y lo hicieran de una forma sumamente divertida, lo que aumentó la circulación de la misma y permitió que las empresas que generaron contenido con esta tendencia tuvieran un ahorro importante de dinero en publicidad en plataformas digitales.

Ahora, en este momento de aprovechamiento de las marcas para posicionar su imagen dentro de esta tendencia, no podemos dejar de lado el tema de la percepción sobre la imagen tanto de Shakira como de Gerard Piqué; sobre todo por las reacciones que han tenido ambos una vez que se publicó la misma. Shakira simplemente agradeció el recibimiento de su canción más allá de lo que dice la letra, bien ahí; aunque, siendo honestos no puede dejar de lado que dividió opiniones, pues mientras unos idolatraban su canción como un himno de empoderamiento femenino y de libertad para alzar la voz sobre infidelidades o faltas del género masculino en la relación, otros la catalogaron como una canción de ardida que no habla muy bien de la cantante y, por otro lado, también hubo algunos que definieron la canción como una machista que compara a las mujeres con objetos. Por su parte, Piqué ha tenido las reacciones más cómicas al respecto pues buscó una colaboración con Casio y llegó a las oficinas de su negocio en un Twingo, es decir, tomó con humor el tema y aprovechó la ocasión para dar luz a su empresa.

Al final, lo que no podemos poner en duda es que Shakira está siendo fiel a su esencia compartiendo, desde sus canciones, el “desamor” y haciendo de este un negocio, como sólo ella sabe hacerlo. Y Piqué, está sabiendo aprovechar los reflectores que está canción -y su relación con Shakira- le está dando, porque, siendo honestos, sólo como futbolista jamás habría logrado el posicionamiento de imagen que hoy le da esa canción de desamor.