WASHINGTON, 19 sep (Reuters) – El presidente Donald Trump mencionó el sábado dos mujeres conservadoras a las que él elevó a cortes de apelaciones como candidatas a ocupar la vacante en la Corte Suprema de Estados Unidos que dejó la muerte de Ruth Bader Ginsburg, lo que podría inclinar al tribunal más hacia la derecha.
Trump, que ahora tiene la posibilidad de nominar un tercer juez supremo a un puesto vitalicio, citó a Amy Coney Barrett del Séptimo Circuito con sede en Chicago y a Barbara Lagoa del Decimoprimer Circuito con sede en Atlanta, como posibles designadas.
El fallecimiento de Ginsburg el viernes por cáncer tras 27 años en la corte entregó a Trump, quien busca la reelección el 3 de noviembre, la oportunidad de expandir su mayoría conservadora de 6-3 en momentos de grandes divisiones políticas en Estados Unidos.
“Nos pusieron en esta posición de poder e importancia para tomar decisiones por las personas que tan orgullosamente nos eligieron, la más importante de las cuales ha sido considerada por mucho tiempo como la selección de los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos”, dijo Trump en Twitter.
“¡Tenemos esta obligación, sin demora!”.
Cualquier nominación requerirá la aprobación en el Senado, donde los republicanos de Trump tienen una mayoría de 53-47.
No todos los senadores republicanos respaldaron la iniciativa. Susan Collins de Maine dijo el sábado que Trump debería esperar antes de hacer una nominación.
“Para ser justos con el pueblo estadounidense, que reelegirá al presidente o seleccionará uno nuevo, la decisión sobre una designación vitalicia en la Corte Suprema debería ser hecha por el presidente que resulte electo el 3 de noviembre”, dijo en Twitter Collins, que a su vez enfrenta una dura campaña por su propia reelección.
Los demócratas todavía están furiosos por la negativa del Senado republicano a pronunciarse sobre el candidato a la Corte Suprema del expresidente demócrata Barack Obama, Merrick Garland, en 2016, después de que el juez conservador Antonin Scalia murió 10 meses antes de la elección.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, había dicho en 2016 que el Senado no debería resolver sobre un candidato a la corte durante un año de elecciones, una postura que ha revertido desde entonces.
Aún si los demócratas ganan la Casa Blanca y una mayoría en el Senado en las elecciones de noviembre, Trump y McConnell tienen tiempo debido a que el nuevo Congreso en pleno no será juramentado hasta el 3 de enero.
Algunos legisladores demócratas plantearon la posibilidad de agregar más jueces supremos el próximo año para equilibrar a los nominados de Trump si logran el control de la Casa Blanca y el Senado en las elecciones de noviembre.
McConnell, quien ha convertido en una prioridad la confirmación de los nominados de Trump para la justicia federal, dijo que la cámara votará sobre cualquiera de sus candidatos.
Como tienen pocas posibilidades de bloquear la elección de Trump, los demócratas quieren impulsar la oposición del público al plan.
“El foco tiene que estar en mostrar al público qué está en juego en esta pelea. Y lo que está en juego es el acceso de la gente al cuidado de la salud, los derechos de los trabajadores y de las mujeres”, dijo el senador demócrata Chris Van Hollen en una entrevista telefónica.
El propio Obama pidió el sábado a los republicanos del Senado que honren lo que él llamó un principio “inventado” de 2016.
“Un principio básico de la ley -y de la justicia cotidiana- es que aplicamos las reglas con coherencia, y no basadas en lo que es conveniente o ventajoso en el momento”, dijo Obama en una declaración publicada en Internet.
Reporte de Lawrence Hurley y Steve Holland en Washington; reporte adicional de Rick Cowan en Washington; editado por Gabriel Burin