Ciudad de México, enero 2024. Cuando hablamos de sistemas de pagos, a menudo imaginamos a un consumidor usando su tarjeta de crédito o débito para pagar en un restaurante, cubrir el costo de una habitación de hotel o simplemente comprar un producto o servicio. Estas situaciones representan el escenario más típico de pagos B2C, es decir, entre empresas y consumidores.
A pesar de los notables avances logrados en México para fortalecer la inclusión financiera en los últimos años, las empresas que ofrecen productos y servicios todavía se enfrentan a desafíos significativos. Según datos recopilados por la Asociación Méxicana de Ventas Online en su estudio Libro en Blanco Medios de Pago en México del 2023, al realizar una compra en lugares físicos, más del 90% de los mexicanos utiliza efectivo.
En contraste, al efectuar compras en línea, se observa un cambio en las preferencias de pago, con un orden que coloca a las tarjetas de crédito, tarjetas de débito, pagos a través de tiendas de conveniencia, e-wallets, transferencias electrónicas y tarjetas precargadas, en ese orden específico. Estos patrones resaltan la necesidad de que las empresas se adapten a las distintas preferencias de pago, tanto en el entorno físico como en el digital.
Sin embargo, aquí se presenta el reto más grande para las empresas, pues de acuerdo a la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), realizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 53% de la población adulta aún no ha tenido acceso a un crédito formal, esto significa que más de la mitad de los mexicanos en edad adulta no ha podido acceder a algún tipo de financiamiento para la adquisición de productos o servicios.
Hoy en día las empresas que ofrecen productos y servicios, deben buscar alternativas para poder ofrecer más diversidad de opciones a sus clientes y así aumentar sus ventas, a través de métodos de pago en que la mayoría de la población tenga acceso.
Ante esta realidad, estas compañías tienen una oportunidad viable al adoptar el uso de plataformas de apartado digital para marcar la diferencia cuando se trata de compra-venta. Esta opción les permite ofrecer alternativas de compra que fomentan la inclusión financiera utilizando su efectivo sin incurrir en deudas inmediatas ni pago de intereses. Un cliente puede apartar un producto y realizar pagos sucesivos de forma responsable y de acuerdo a sus posibilidades para obtenerlo al final del período establecido por la empresa.
Axify, es una startup mexicana pionera en este modelo al desarrollar una plataforma de apartados digitales, permitiendo a las empresas adaptar los pagos a las circunstancias individuales de los consumidores. Más allá de reducir el riesgo de incumplimientos y morosidades, contribuye a una gestión financiera sostenible tanto para los clientes como para las empresas.
Rodolfo Valdes, CEO de Axify, destaca: «Nuestra plataforma no solo permite a las empresas de consumo responder a las demandas cambiantes de los consumidores, sino también contribuir activamente a la construcción de una sociedad financieramente consciente. Facilita opciones de pago flexibles y adaptadas a las necesidades individuales de los clientes sin la necesidad de que tomen un crédito con altas tasas de interés, fortaleciendo la relación empresa-consumidor y abordando la realidad de un mercado diverso en términos económicos.
Esta solución no sólo impulsará el sector retail, sino que también tiene el potencial de beneficiar a instituciones de servicios de salud, agencias de viajes, educación, servicios, telefonía y muchos más. Al adoptar enfoques innovadores, las empresas B2C pueden desempeñar un papel crucial en la construcción de un futuro financiero más equitativo y sostenible para todos.
