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Vacío existencial: principio de un comienzo

Nota: En memoria de Andreu Capitán, compañero de Meridiana Resisteix, que hoy ha fallecido.

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Siguiendo con el análisis introspectivo iniciado en mi escrito de ayer, me parece de interés ampliar las elucubraciones, en este momento de ‘principio de un comienzo’.

En la compleja actualidad, muchos sentimos la sensación de vacío, personal y social, por lo que es preciso profundizar en nuestros pensamientos, como aconsejé en mi escrito de ayer, y que ahora profundizo.

El histórico cocinero francés Paul Bocuse (1926 – 2018) escribió ‘El principio de un comienzo: es hora de romper patrones’, en el que apuntó que ‘el que no hace todo, no hace nada’, y en el que analizó los principales aspectos para emprender el camino que siempre había soñado, centrándose en los siguientes puntos: actitud, integridad, contribución, sacrificio, prioridad, servicio, responsabilidad, coherencia, reciprocidad, diversidad, aprendizaje, renovación y enseñanza, pues todos esos sentimientos son básicos para conformar el legado que podemos dejar a los que nos preceden, ya que nuestro legado ‘es el mayor servicio que un ser humano puede sentir durante su vida. Y sólo tenemos una vida, así que no esperes’.

Efectivamente, este momento es muy positivo afrontarlo como recomendó Bocuse, es decir, ser conscientes de que estamos en ‘El principio de un comienzo: y que es hora de romper patrones’, por lo que no debemos seguir atados a las premisas históricas, si realmente queremos modificar / romper la dinámica actual.

A continuación, reproduzco nuevamente una fábula de Prem Rawat (embajador indio por la paz, n. 1957), incluida en su libro ‘Cuando el desierto florece’:

‘Las dos hormigas

Una hormiga vivía plácidamente en una montaña de azúcar. Otra hormiga vivía cerca de allí, en un montículo de sal.

La hormiga que vivía en la montaña de azúcar vivía feliz, porque disfrutaba de un alimento muy dulce, mientras que la hormiga que vivía en la montaña de sal, siempre tenía una terrible sed después de comer.

Un día, la hormiga de la montaña de azúcar se acercó a la montaña de sal:

Hola, amiga, dijo.

Hola, contestó extrañada la hormiga del montículo de sal; que bueno ver otra hormiga por aquí, comenzaba a sentirme muy sola.

Pues vivo muy cerca de aquí, en una montaña de azúcar.

¿Azúcar?, ¿y eso qué es?, preguntó extrañada la hormiga de la sal.

¿Nunca probaste el azúcar?, te va a encantar. Si quieres, ven mañana a verme y te dejaré probar el azúcar.

Me parece una idea fantástica, contestó intrigada la hormiga de la montaña de sal.

Al día siguiente, la hormiga de la sal decidió aceptar la invitación de su vecina, pero antes de partir, pensó en llevar en la boca un poco de sal, por si acaso el azúcar no le gustaba, así tendría algo que comer.

Y después de andar un poco, enseguida descubrió la brillante montaña de azúcar; en lo más alto, estaba su vecina.

¿Qué bueno que viniste, amiga!, sube, que quiero que pruebes el sabor del azúcar.

De acuerdo, contestó la hormiga de la sal.

Una vez arriba, la hormiga vecina le ofreció un poco de azúcar, pero como ella tenía sal en la boca, el azúcar le supo a sal.

¡Vaya, qué curioso!, dijo la hormiga de la sal, resulta que tu azúcar sabe igual que mi sal. Debe ser lo mismo. Tú la llamas azúcar y yo la llamo sal.

No puede ser, dijo extrañada la otra hormiga, yo he probado la sal y no se parece en nada … a ver, abre la boca.

Entonces, la hormiga se dio cuenta de que tenía guardada sal en la boca.

Claro, ahora lo entiendo, anda, escupe la sal y prueba de nuevo.

La otra hormiga obedeció y esta vez sí, el azúcar al fin le supo a azúcar.

Mmmm, deliciosa, es una maravilla, dijo la hormiga entusiasmada, y se quedó a vivir con su nueva amiga, disfrutando del maravilloso y dulce sabor del azúcar.

Moraleja: si no te deshaces de aquello a lo que te aferras sin que te haga feliz, no podrás disfrutar de lo nuevo y darle una oportunidad para mejorar’

(https://tucuentofavorito.com)

Si no nos atrevemos a romper esquemas, nunca mejoraremos, está claro. Por eso, si queremos alcanzar nuestro objetivo, debemos evolucionar, no quedarnos fijos en una etapa y en unas acciones determinadas; debemos facilitar los cambios, como:

‘la mariposa, que sufre muchos cambios a lo largo de su vida … al principio se ve fea y lenta como una oruga. En esta etapa no suele resultar atractiva a la gente, sino todo lo contrario sintiéndose a veces rechazada por los demás. Para nada se imagina que más adelante, con el tiempo se convertirá en una preciosa mariposa a la que todos admirarán por sus bellos colores, su ligereza y su elegancia al volar. Ese día ya no se arrastrará más por el suelo lentamente, sino que volará alto y ligera, sin cargas, sintiéndose bonitas y segura en su vuelo’

(https://latidoemocional.com)

Me parece evidente que debemos ir pasando fases, debemos ir evolucionando, a nivel personal y social. Y, en este último entorno, podemos y debemos aplicarnos esas enseñanzas a nuestro movimiento independentista, si realmente queremos conseguir la República Catalana, pues, anclarnos en el pasado, o en las actuales posiciones, no es la mejor forma para garantizar el futuro.

Por eso, creo que nos pueden ser de utilidad algunos pensamientos de Shunryu-Suzuki, un maestro zen japonés (1904 – 1971):

‘En la mente del principiante hay muchas posibilidades; en la mente del experto, hay pocas’

La mente del principiante es ilimitada, la del experto es limitada’

‘No busques la verdad, solo detente de mantener opiniones’

‘Si tu mente está vacía, siempre está lista para cualquier cosa; está abierta a todo’

‘¿Qué haces ahora mismo?, si puedes responder a eso, entonces todo está bien’

‘Si estás haciendo algo, simplemente hazlo. No pienses en el resultado’

‘Cuando camines, simplemente camina. Cuando comas, simplemente come. Cuando duermes, simplemente duerme’

‘No debemos buscar la perfección, solo debemos buscar ser nosotros mismos’

‘No te preocupes por el éxito o el fracaso; solo haz lo que es correcto en cada momento’

‘La vida es como el agua que fluye. No hay tiempo de aferrarse a nada; no hay tiempo de acumular nada’

‘El zen no es solo sentarse en silencio, sino vivir plenamente en cada momento’

‘La verdadera meditación es simplemente estar presente y consciente de todo lo que sucede en el momento presente’

(https://www.bookey.app)

Si nos esforzamos en mejorar, en evolucionar, es decir, si aceptamos que es el momento de creer que estamos en El principio de un comienzo, y de que es hora de romper patrones, realmente progresaremos, en todos los sentidos, personal y socialmente, pues sólo así, llenaremos nuestro actual vacío existencial.

Y ese esfuerzo para conseguir nuestro objetivo se lo debemos a muchos compañeros fallecidos, como Andreu, que se esforzaron hasta el final.