RÍO DE JANEIRO (AP) — La compañía minera brasileña Vale firmó un acuerdo el jueves para pagar 37.700 millones de reales (7.000 millones de dólares) al estado de Minas Gerais por el derrumbe de un dique en la ciudad de Brumadinho hace dos años que causó al menos 270 muertes.
La ruptura del dique en la mina de hierro el 25 de enero de 2019 desató un torrente de residuos que enterró el equivalente de 300 estadios de fútbol bajo espeso barro. Once personas siguen desaparecidas, dijeron funcionarios de Minas Gerais.
A pesar de que las autoridades aplaudieron uno de los acuerdos más grandes que se hayan firmado en el país, tres grupos de la sociedad civil declararon a The Associated Press que las víctimas quedaron fuera de las negociaciones.
“Fue un acuerdo realizado a puertas cerradas, sin la participación de los afectados”, manifestó Joceli Andrioli, parte del Movimiento de Personas Afectadas por las Presas, que ha brindado asistencia a los familiares de las víctimas. Alrededor de 106.000 personas reciben pagos mensuales de parte de Vale a la espera de un acuerdo, y aún no han sido informadas de qué tanto dinero recibirán ahora, dijo Andrioli.
Alrededor del 30% del total será destinado a Brumadinho, indicaron las autoridades, con fondos para los familiares de las víctimas, proyectos ambientales y creación de empleos.
Pero también se destinarán miles de millones para financiar costosos proyectos en todo el estado, incluyendo un nuevo camino periférico alrededor de la capital, Belo Horizonte, y mejoras en el metro, según información del estado de Minas Gerais. Dichas inversiones beneficiarán a los residentes de la ciudad y a los políticos estatales, en lugar de mejorar las vidas de las personas que resultaron más afectadas, puntualizó Andrioli.
Las comunidades ribereñas cuya forma de vida quedó destruida también recibirán algún tipo de compensación. La presa contenía residuos mineros conocidos como relaves. Fiscales federales descubrieron que el desastre liberó alrededor de 12 millones de metros cúbicos (423 millones de pies cúbicos) de relaves, y contaminó el río Paraopeba, que es una importante fuente de agua para riego y sitio de pesca.
“Las comunidades ribereñas aún no pueden usar el agua del Paraopeba”, dijo Malu Ribeiro, coordinadora de proyectos de SOS Mata Atlantica, que recolectó muestras de agua en Brumadinho. Señaló que el “tsunami de desperdicios” contaminó más de 350 kilómetros (218 millas) de vías fluviales.