
amadeopalliser@gmail.com
Afortunadamente, en los momentos más represivos, brillan con su máxima esplendor personas valientes, como el director, guionista y productor cinematográfico Pedro Almodóvar Caballero que, el pasado 28 de abril, en el momento de acceder al premio ‘The 50th Chaplin Award’ hizo un discurso crítico con Donald Trump; pero también destacan los miedosos, como el gobierno andorrano, como explico seguidamente.
Y ese discurso, en el acto organizado por ‘Film at Lincoln Center’ se ha divulgado gracias a las redes sociales, a mi me llegó ayer, pasado casi un mes, y también lo divulgué. Es curioso que ese discurso tardara tanto, pero las noticias van como van, especialmente cuando son críticas con el poder imperante que, como sabemos, tiene tentáculos obstructores.
Es preciso señalar que ese premio es importante, como se observa repasando la relación de homenajeados en años anteriores, pues todos ellos son prestigiosos profesionales del séptimo arte. Por ejemplo, el primer premio, fe concedido a Carles Chaplin (1972), Fred Astaire (1973), Alfred Hitchcock (1974), Joanne Woodward & Paul Newman (1975), George Cukor (1978), Bob Hope (1979), John Huston (1980), y así, una larga relación pasando por Federico Fellini, Elizabeth Taylor, Alec Guiness, James Steward, Yves Montand, Jack Lemmon, (…) Al Pacino, Mike Nichols, Martin Scorsese (…) Merly Streep, Michael Douglas, Catherine Deneuve, Robert Redford, Robert de Niro (…) siendo los más recientes Spike Lee (2021), Cate Blanchett (2022), Viola Davis (2023), Jeff Bridges (2024) y este año, Pedro Almodóvar, el primer español.
Me parece interesante reproducir el discurso de Pedro Almodóvar, pues es conciso y directo:
‘Admito que ha habido momentos en los que he dudado en venir a aceptarlo. De la misma manera que no voy a China, Rusia o Corea del Norte. Dudaba si era apropiado venir a vuestro país, presidido por un lunático autoritario y narcisista. Un lunático autoritario que no respeta los Derechos Humanos y al que parece que nada puede parar en su carrera por cambiar el frágil balance mundial. Trump y sus amigos, millonarios y oligarcas no pueden convencernos de que la realidad que vemos con nuestros propios ojos, es contraria a la que estamos viviendo por mucho que tergiverse las palabras pretendiendo que signifiquen lo contrario. Los inmigrantes no son criminales. A pesar de que Estados Unidos los trate como tal. Zelenski no es un dictador, Putin, sí. Y por mucho que Trump lo niegue, fue Rusia la que invadió Ucrania. Hunter Schafer, la maravillosa coprotagonista, con Zendaya, de ‘Euphoria’, es una mujer. Aunque se le asignara la estigmática ‘M’ de ‘masculino’ al renovarse el pasaporte. Ese capricho cruel de los burócratas de Trump de que solo existen dos géneros no cambia la naturaleza del ser humano y de la diversidad sexual de cada uno. Señor Trump, te estoy hablando a ti. Ojalá escuches lo que tengo que decirte. No vas a pasar a la historia como el mayor pacifista de nuestro tiempo. Tu ingenuidad es solo comparable con tu maldad. Vas a pasar a la historia como uno de los mayores peligros para la humanidad de principios de este siglo. Vas a pasar a la historia como una catástrofe. Pero aquí estoy estupefacto, pero inmensamente agradecido y sintiéndome privilegiado recibiendo este premio. Que, dadas las circunstancias, me gustaría dedicar a los miles de deportados en las pasadas semanas, también a la preciosa Hunter Schafer y a la Universidad de Harvard por su determinación. Es importante decir que la Universidad de Harvard al no rendirse en la guerra de Trump, por su determinación por el conocimiento y la cultura, que siguen siendo las mejores armas para luchar contra las mentiras y la desinformación.’
Efectivamente, efectuar ese discurso en pleno apogeo de la política autoritaria y prepotente de Donald Trump, es un acto de valentía y, a la vez, y no menos interesante, una importante lección para muchos políticos, y también para la ciudadanía de todos los países. Y confío que se irá reproduciendo hasta el infinito y, en su momento, pase a ser recogido en los libros de historia.
Y ese discurso es importante, también, a nivel pedagógico, por lo que debería ser utilizado por los profesores, para contrarrestar el discurso monocolor impuesto por el narcisista Donald Trump, y que es asumido, de forma más o menos diáfana, por la casi totalidad de dirigentes mundiales. Una buena prueba la tenemos con el fuerte incremento en gasto armamentístico, ya que vemos que todos los gobiernos europeos acabarán subiendo ese gasto hasta llegar al 5% del PIB, como exigen Donald Trump y su monosabio Mark Rutte, secretario general de la OTAN.
No hay políticos que defiendan que la paz no se consigue armándose hasta los dientes. Nadie escuchó el primer discurso del papa León XIV pidiendo ‘una paz desarmada y desarmante’. Eso sí, muchos desfilaron ante el papa, para el besamanos, y tener sus minutos de gloria, su fotografía; pero, claro, dado su cinismo, en ese momento ya sabían que no seguirían ese camino propuesto, pues siguen con una mentilidad propia de épocas pretéritas basadas en el ‘si vis pacem para bellum’ (si quieres la paz, prepara la guerra), frase atribuida erróneamente a Gaius Iulios Caesar, cuando es de Publuis Flavius Vegetius Renatus; mentalidad que debería estar superada, en pleno siglo XXI:
Volviendo a la educación de los jóvenes, es preciso potenciar su carácter crítico, y para eso es necesario ofrecerles inputs de todos los colores, y hacérselos debatir.
Pero también deberíamos revisar nuestro poso cultural, basado, muchas veces en estereotipos, que son ‘imágenes mentales y construcciones socioculturales sin base científica, fruto de la herencia cultural, de opiniones y prejudicios (…) simplificando la realidad’.
Hay diferentes tipos de estereotipos: de género, raciales y étnicos, de religión, de edad, de clase social, de orientación sexual, de nacionalidad o región, etc.
Y el propio término de estereotipo, etimológicamente, está basado en ‘stereós’ (sólido) y ‘typos’ (molde), ya muestra su inmutabilidad.
Y esos estereotipos son transmitidos por los libros de texto, las familias, etc., sin cuestionarnos su adecuación.
La semana pasada tuve un claro ejemplo, al ir a comprar el periódico, vi un grupito de una docena de críos, de cuatro a seis años, aproximadamente, todos cogidos a una cuerda, y con unas monitoras delante y detrás; no sé donde iban, quizás a la piscina, pues todos llevaban una mochila. Esa escena la he visto muchísimas veces, por la coincidencia horaria. Pero, la semana pasada, coincidí con esa ‘cordada’, justo al pasar delante de una oficina del Banc de Sabadell, que tiene un gran póster en el que se ve un gran dragón con el titular ‘¿qué hacemos con el dragón?’.
Pues bien, en ese momento, oí que la monitora que iba al final de la ‘cordada’ decía a los críos: ‘si, es un dragón muy peludo y negro, muy feo, qué diferente con el dragón de Sant Jordi, que es divertido’.
Y así, inconscientemente, se trasmiten y transmitimos los estereotipos.
El mencionado Banc de Sabadell, al utilizar ese póster, ya desde el pasado mes de abril (el 23 es la Diada de Sant Jordi), también busca movilizar, sibilina y subliminalmente, los sentimientos, como ‘defensa’ ante la OPA del BBVA. Y, en este caso, el B. S. busca tocar la fibra nacionalista catalana, ‘olvidando’ su desvergüenza, pues al toque de corneta de Felipe VI, le faltó tiempo para trasladar su sede fuera de Catalunya, y hace unos meses la retornó a Sabadell (Barcelona), pensando que así, la Generalitat le apoyaría más, ante la OPA hostil. Ese es el nivel de su sensibilidad nacionalista: puro interés económico-españolista. (CaixaBank hizo lo mismo, y, por lo visto, no rectificará).
Es sabido que el campo publicitario utiliza todo tipo de estrategias: directas y subliminales; incluso, a veces, saltándose todo tipo de ética.
En la campaña publicitaria del Banc de Sabadell, con tono irónico, incluso con una canción, presenta al BBVA como el dragón -eterno rival de Sant Jordi-, al que es preciso darle una buena reprimenda, para ser definitivamente derrotado. La canción, interpretada por Manu Guix y Carol Rovira, tiene la siguiente letra:
‘Ya volvemos a estar en abril, ya está aquí el dragón insaciable. Si lo matamos no aprende. ¿Qué hemos de hacer, para hacérselo entender? Si queremos que el dragón aprenda, sé una reprimenda: hagámosle escribir mil veces que las personas no se comen’. Y la actriz y cantante Carol Rovira, contesta: ‘llevémoslo a bailar sardanas con zapatos de talón’. Y la canción acaba diciendo: ‘tu poder es poder escoger, tu eliges el final de este ilustre animal’
Es decir, se transmite la intención de someter al dragón (BBVA) a una inmersión de catalanidad forzosa. Por su parte, el BBVA basa su campaña en el manoseado y asumido mensaje de que ‘la unión hace la fuerza’, y lo hace mediante supuestos diálogos en los que diferentes clientes de ambos bancos se tiran flores.
Me parece que queda claro que el poder usa todas las estrategias, desde la fuerza bruta de Donad Trump, como también la del reino español contra los independentistas; pero, también, utilizan todo tipo se prácticas, más o menos sibilinas o subliminales, para tenernos dominados. Y un mecanismo para ello es el miedo.
Un claro ejemplo de sumisión por ese miedo, lo acabo de oír ahora mismo, pues:
‘En Andorra, el Comú de Escaldes-Engordany ha decidido cancelar definitivamente la exposición de la colección del Museu d’Art Prohibit de Tatxo Benet, en el Espai Escaldes. El argumento de las autoridades es el ‘miedo la inseguridad nacional’. La obra que ha desatado el conflicto es la portada del ‘Charlie Hebdo’, posterior al atentado yihadisya del 7 de enero del 2015, en el que fueron ejecutadas una docena de personas. Portada que ayer, la cónsul mayor de la parroquia, Rosa Gili, ya ordenó retirar. Esa portada lleva el lema ‘todo está perdonado’. Pero, Gili comentó que ‘por miedo por la seguridad nacional y porque no quiere tener gotas de sangre sobre su consciencia’. El gobierno del Comú ha comentado que ‘el mantenimiento de la exposición podría comportar riesgos que deben evitarse por responsabilidad institucional, por lo que ha decidido cerrar la exposición, si bien mantiene su compromiso con la libertad de expresión y el fomento de una cultura crítica, pero siempre dentro de un marco que garantice la seguridad y el bienestar colectivo.
Los responsables del Museo del Arte Prohibido han ratificado ‘que no se dejan censurar, que su compromiso con la libertad de expresión es total y que no pueden admitir que se prohíba una obra sin que afecte a toda la colección’, por lo que han convocado una concentración, esta tarde, a las 18.30 h, para ‘denunciar un grave acto de censura institucional que atenta contra la libertad artística y de expresión, y defender la libertad creativa y contra cualquier forma de expresión cultural. ‘Gili, el arte no se censura, de defiende’.
Gili ha admitido y lamentado tener que hacer un acto de ‘censura a un museo contra la censura’ (…) ‘pero he vivido mucho en Francia, soy profesora en excedencia del sistema francés, y, por lo tanto, sé un poco qué es lo que pasó con esta cuestión en Francia. A partir de ahí, diálogo, sí, censura, sí, debate, sí. Pero no a cualquier precio, es decir, prefiero censurar que ir a un funeral (…) yo tengo unas convicciones como persona, pero yo creo que cuando eres político y tienes responsabilidades, quizás tus convicciones las puedes dejar de lado frente al bien superior, que es la seguridad del estado, y por tanto, consideré que no había que ir a buscar lo que no tenemos, y que no quería jugarme que se derramar aunque fuera una sola gota de sangre’.
Tatxo Benet ha expresado ‘que no acepta ningún tipo de censura, porque precisamente la misión de esta colección es hacer pedagogía de este tipo de incidentes y conflictos’.
La portada de la revista Charlie Hebdo iba acompañada de otro trabajo de Daniel Ochoa, sobre las víctimas de los atentados, un conjunto de ocho retratos hechos en homenaje a los hombres y mujeres que perdieron allí la vida, y el conjunto forma un cuerpo único.
(Antoni Ribas Tur, Ara, 23/05)
Es preciso señalar que ese Museo del Arte Prohibido, de Barcelona, en su momento, me pareció muy interesante y pedagógico, y que sepa, no ha sufrido ningún tipo de acto vandálico. Por eso, me parece que lo que ha hecho el gobierno andorrano, de ponerse la tirita antes de la herida, efectivamente, es una forma de actuar conservadora y prudente; pero es asumir que tiene perdida la guerra, que han ganado los terroristas, pues esa censura, es una buena muestra de su poder, impuesto por miedo a sus acciones.
En definitiva, que antes de querer hacer pedagogía, tenemos que hacer un verdadero ejercicio introspectivo, y aclararnos en qué bando estamos: en el de los que prefieren esconderse o, como Pedro Amodóvar, plantar cara.