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Vanitas Vanitatis

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Efectivamente, ‘vanitas vanitatis o vanitas vanitatum’ es decir, la necedad, la falta de sentido, es lo que observamos de la actuación de los políticos, especialmente en el período de las campañas electorales, en los que se trasluce, como nunca, su egocentrismo y su narcisismo.

La versión del Eclesiastés 1:2, refleja las citadas palabras del rey Salomón (990 a.C. – 931 a.C.), que se complementan más adelante con el ‘omnia vanitas’ (todo es vanidad) y que los clásicos finalizan con el ‘memento mori’ (la muerte es inevitable)

Y eso no contradice el necesario ‘carpe diem’ (vivir, aprovechar el presente), pero valorando, en realidad, lo que es importante, pues ‘Sic transit gloria mundi’ (la gloria y los triunfos mundanos pasan, son efímeros), como apuntó Tomás de Kempis (1380 – 1471) en su ‘Imitación de Cristo’ (1418)

Pero los políticos fijan su gloria con su ostentación de cargos de poder, con el objetivo de dejarse ‘arreglado’ su presente y el resto de su existencia. Por eso, principalmente, las campañas electorales son ‘falsedad de falsedades’.

Así, vemos que Pedro Sánchez, abusando de su poder desenfrenado, no hace más que actuar de forma corrupta, ya que utiliza (y nunca mejor dicho) los presupuestos del estado, para su beneficio personal y partidista. Y eso es malversar. Pero claro, la fiscalía no actúa de oficio, ya que depende de él.

En unos días hemos ido viendo su subasta de futuros pisos sociales (algunos terrenos se comprarán a preciso de mercado al ministerio de defensa, para rizar el rizo), y ayer, otra ‘cereza’ para su pastel electoral: nos prometió que el consejo de ministros de mañana aprobaría 10 millones destinados para que los mayores de 65 años podamos ir al cine, los martes, pagando únicamente 2 €. También prometió inter-rail gratuito para los menores de 30 años; y el aval del ICO (banco del estado) para el 20 % del importe de los créditos hipotecarios, para que se puedan comprar pisos (sin el freno del tope del 80% fijado para los bancos), pero eso no deja de ser otro engaño, pues el 100% de la hipoteca lo debe abonar el comprador, y en caso de que finalmente no pueda pagar las cuotas y sea expulsado y embargados sus bienes, serán éstos bienes los que pagarán lo que falta, y sólo si no hay bienes suficientes, el estado pagará la parte proporcional avalada. Es decir, un engaño más, de una política errática, que no busca bajar los precios de las viviendas (con esos avales, se garantiza el mantenimiento de los costes actuales)

Todo es vergonzoso, pero, claro, está muy bien diseñado por su gabinete de marketing, dirigido por su ‘spin doctor’, que sabe, muy bien, que predomina el electorado ‘acrítico’, y así nos va.

Que al final no se cumplan esas promesas que hacen todos los políticos, ya es secundario, nadie puede exigirles responsabilidades, no hay mecanismos reguladores para ello, además, nuestra memoria es como la del pez, y lo saben.

Todo es fanfarria, como vimos con la ‘entrevista’ de Pedro Sánchez con Joe Biden, en la Casa Blanca, que los publicistas de la Moncloa nos vendieron como si fuera a ser una entrevista fundamental para la vida en la Vía Láctea, pues tratarían todos los temas cruciales del mundo mundial.

Sobre el particular ya expresé mis opiniones, pero ahora, en el contexto de la fanfarria de este escrito, me parece de interés resaltar que al final fue una reunión menor, pues no hubieron las clásicas fotos en la puerta, ni la rueda de prensa conjunta al final (como sí se dan en las entrevistas a otros líderes, como Emmanuel Macron, Olaf Scholz, etc.); así la foto oficial, con ambos líderes sentados, a ambos lados de una chimenea, y tomada desde abajo (más penosa y menos glamorosa no podía ser)

Y, según comunicó Pedro Sánchez, en un comunicado en solitario en un jardín de la Casa Blanca, los temas tratados fueron que España aceptaría emigrantes sudamericanos llegados a los EUA, siempre y cuando su nivel de formación y su perfil encajara en las necesidades del mercado laboral español; y eso lo ‘vendió’ como un giro, una gran novedad en la política de inmigración. Cuando, en realidad, no deja de ser una vergüenza más, ya que se olvida del carácter humanitario. Asimismo, no deja de ser un ‘acuerdo’ del siervo para contentar al amo.

Está claro que Pedro Sánchez se ‘olvidó’ (o no lo ha sabido nunca) del pensamiento de Juan de Mairena (Antonio Machado): ‘Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre’.

Otro tema tratado, según Sánchez, fue que Biden se había ‘comprometido’ a revisar su política de aranceles respecto a las aceitunas españolas, que actualmente soportan unas tasas elevadas. Pero no llegaron ni al acuerdo de bajar dichas tasas, únicamente al ‘compromiso’, pero ya sabemos que su compromiso es como el de limpiar la playa de Palomares que ya cité, y que sigue así, décadas tras décadas, y … no pasa nada.

En las elecciones tenemos que ‘aceptar’ las listas cerradas de los partidos, esa es su ‘democracia’, y así las responsabilidades quedan difuminadas en la nada.

Nos hacen creer que los ciudadanos somos importantes, pero no es así, no lo somos ni en el momento de votar, ya que al final, los partidos harán lo que quieran con sus pactos, aunque sean antinatura, como lo fue el pacto del 2019 entre Ada Colau y Manuel Valls (exprimer ministro francés y después, candidato de Ciudadanos)

Como muy acertadamente señala David González en su artículo ‘La alcaldía de Barcelona se decidirá en Madrid’ (elnacional.cat, 15 de mayo del 2023), el PSC/PSOE bendijo el citado pacto, ya que el objetivo del estado era frenar a los partidos independentistas, es decir, que tanto la primera ‘victoria’ de Ada Colau (basada en las fake news contra Xavier Trías) como el mencionado pacto para su segunda legislatura, estuvieron diseñados por ‘el deep state, como estrategia para desactivar la bomba del independentismo; Y Pedro Sánchez rebautizó el plan cínicamente con la ‘agenda del reencuentro’.

Y González sigue argumentando ‘que el PSOE haya movilizado hasta a 10 ministros en soporte de la candidatura de Collboni (PSC/PSOE), es una señal clara, como lo es, que la vicepresidenta y líder de la plataforma postpodemita Sumar, Yolanda Díaz, haya convertido la capital catalana en su campo de pruebas como ticket electoral de Colau’.

En ese mismo medio citado, Jordi Barbeta, el pasado día 14, publicó su artículo titulado ‘No ha habido nunca ningún alcalde como Colau’, en el que señala que esta señora siempre ha tenido una visión limitada a Barcelona, a los barceloneses empadronados, olvidando que apenas tiene el soporte del 20% de ese electorado. Y en esa línea, nunca ha tenido una visión de país, ni ha considerado que Barcelona es la capital de Catalunya. Ella no quiere turistas, ni ampliación del aeropuerto del Prat, ni repartidores, ni estudiantes; y, según Barbeta, eso marca la inflexión respecto a los anteriores alcaldes. Colau empezó poniendo pegas incluso al congreso del Mobile, y se lo tuvo que tragar, pues le iba el cargo, según Barbeta.

Está claro que el reino español siempre ha menospreciado a los catalanes y más a los independentistas catalanes. En esa línea, Jaume Fàbrega, en su artículo ‘España no nos ve’(9 de mayo del 2023) comenta que:

‘El hijo mayor del escritor Artur Bladé i Desumvila, Artur Bladé Font, explicó en una entrevista a La Vanguardia que en el viaje hacia el exilio en México, que inició su familia al perder la guerra civil española, se produjeron episodios de catalanofobia protagonizados por republicanos españoles que también huían. Incluso hubo intentos de lanzar catalanes por la borda, ya que los acusaban de la derrota bélica. La catalanofobia, al menos desde Quevedo, es transversal, y va de la derecha a la izquierda.

Su padre fue fundador de ERC y Bladé Font acaba de publicar un cuaderno suyo que encontró, en el que explica el viaje a México. Explicaba que habían 800 republicanos españoles en el barco, de los cuales, 250 eran catalanes, y que durante el viaje murió una nena de 8 años por bronconeumonía, hija de una familia catalana. Velaron el cadáver, que habían introducido en un féretro blanco, con una bandera portuguesa a los pies, pues navegaban con el Nyassa, de bandera portuguesa. Los padres de la niña finalmente pusieron en la cabecera del féretro una bandera catalana, ‘por sentimiento’, explica, cosa que supuso un conflicto con los republicanos españoles. Un andaluz y un cántabro gritaron, delante de la niña muerta: ‘observamos que no hay aquí la bandera nacional. ¿es que el padre de la niña no es español?, y pusieron sobre el ataúd una bandera española’

(El escrito sigue con un comentario que no me parece correcto)

‘Un republicano de pro y gran poeta, Antonio Machado era uno de éstos, y gritó fuertemente contra los catalanes, el Estatut y la lengua catalana: ‘los unos y los otros, vaya’.

(https://www.larepublica.cat)

El comentario que no es correcto es el de citar al poeta Antonio Machado Ruíz en ese barco hacia México, pues el poeta, en 1939 se exilió en Cotlliure (Colliure, Catalunya Nord, Francia) y poco después, el 22 de febrero de 1939, falleció, y su madre con sólo 3 días de intervalo.

Es sabido que Machado tenía un pensamiento españolista (su hermano Manuel, también poeta, derechista, apoyó el bando franquista, incluso escribió el poema ‘Al sable del Caudillo, en 1939, al tomar Madrid las tropas rebeldes; y los franquistas le concedieron dos días de permiso para ir a Cotlliure (Colliure), para el funeral de su madre), pero, no hay que falsear la historia, pues la familia Bladé embarcó en Marsella hacia México el 8 de setiembre de 1942, con el buque Maréchal Lyautey, con escala en Casablanca, y desde esta ciudad, con el barco Nyassa, llegó a Veracruz el 17 de setiembre de 1942.

Para finalizar este escrito sobre la vanidad, me parece interesante reproducir el siguiente fragmento: ‘La vanidad es un deseo, ‘es un afán excesivo y predominante de ser admirado’ (dicc.  María Moliner), lo que lleva a buscar el halago o el elogio. La etimología menciona la vaciedad de esta actitud’ (J.A. Marina y M. López P.)

‘Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir’ (Honoré de Balzac, 1799 – 1850)