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Vanitas vanitatis et Omnia vanitas

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Ciertamente, el espectáculo que están ofreciendo las elecciones para la presidencia del Consell de la República nos muestra que todo es ‘humo de humo, y todo es humo’, y me recuerda la canción de 1979, de Lluís Llach: ‘Companys, no és això’ (compañeros, no es esto), como intento explicar a continuación.

Como se explica en sus estatutos, el Consell de la República ‘es una organización política privada que tiene por objetivo hacer efectiva la independencia de Catalunya, culminar el proceso constituyente de la República Catalana e internacionalizar la causa y promover la defensa de los derechos civiles y políticos’.

Desde su creación, en 2018, la presidencia la ostentó Carles Puigdemont hasta el pasado 6 de noviembre del 2024, que dimitió, para centrarse exclusivamente en el partido de Junts.

A mi modo de ver, los principales objetivos conseguidos, parcialmente, son los dos últimos, es decir, la internacionalización del problema catalán y la defensa de los derechos, si bien, obviamente, todavía queda mucho trabajo por hacer.

Y dadas las condiciones y exigencias partidistas, especialmente de ERC, participando de forma minoritaria, simbólica y crítica en esa organización, impidieron una mayor amplitud del ejercicio de sus funciones; asimismo, las peculiaridades de Junts, carentes de un líder al margen de Puigdemont, motivaron que éste se presentase como candidato a las elecciones del 12 de mayo del 2024, abandonando su liderazgo del C. de la R.

Muchos consideramos que esa organización es necesaria y, estoy convencido que, dados sus objetivos, es muy positiva su función en el exterior, ya que permite visualizar el exilio, y el trabajo que han venido haciendo los políticos exiliados.

En esta situación, ahora nos encontramos en plena campaña electoral para la presidencia del Consell, siendo hoy, 8 de febrero, el primer día de las elecciones, que finalizarán el próximo miércoles día 12.

Y en estas elecciones, finalmente, se han mantenido cuatro candidaturas: Antoni Walter Castelló Klein, Jordi Domingo i García-Milà; Toni Comín Oliveres y Montserrat Duran i Casanova.

Pero la campaña electoral me ha parecido deplorable, ya que se han reproducido los peores vicios y tics de las campañas electorales tradicionales, con insultos, acusaciones más o menos fundadas, reenfocando, aparentemente, las estrategias (e, incluso, la prioridad de los objetivos)

Es humano y, por lo tanto, comprensible, que en esas situaciones aparezca, asimismo, la vanidad de los candidatos; como escribió Publius Terentius Afer (Africano) 184 a. C. – 159 a.C.; en su comedia del año 165 a. C., ‘Heautontimorumenos’ (el enemigo de sí mismo), es decir: Homo sum, humani nihil a me alienum puto’ (soy un hombre, nada de lo humano me resulta ajeno)

Pero reducirlo a la mera ‘Vanitas vanitatis et omnia vanitas’ (Eclesiastés 1,2), al humo y más humo, todo es humo, es un ejercicio penoso, pues, ‘para ese viaje no hacen falta tantas alforjas’, como dice el refrán popular.

Por eso, de momento, pienso abstenerme en esta votación, pues me he acordado de la mencionada canción de Lluís Llach:

Companys, no és això’ (compañeros, no es esto)

No era esto, compañeros, no era esto

por lo que murieron tantas flores,

por lo que lloramos tantos anhelos.

Quizás es preciso ser valientes otra vez

y decir no, amigos míos, no es esto.

No es esto, compañeros, no es esto,

ni palabras de paz con garrotes

ni el comercio que se hace con nuestros derechos,

derechos que son, que no se hacen no deshacen

nuevos barrotes bajo forma de leyes.

No es esto, compañeros, no es esto;

Nos dirán que ahora es preciso esperar.

y esperamos, seguro que esperamos.

Es la espera de los que no nos pararemos

hasta que no sea preciso decir: no es esto.

Y efectivamente, la situación actual es compleja, pero todas lo son, cada una tiene sus características propias y específicas, que siempre tendemos a magnificar, pensando que las que nos han tocado ahora son únicas y que, a nosotros, los ‘predestinados’, nos ha tocado lidiar con esta situación que consideramos especial. 

Pero la realidad es que todo es una continuidad del ‘más de lo mismo’, como cantó Ovidi Montllor, en su canción ‘Va com va’ (1975):

A ti te cabrea que yo te tenga manía.

Va como va.

A mi me cabrea mucho que tú vayas haciendo cría.

Va como va.

A ti te han dicho -precioso-, a mi me han dicho: -tú calla-.

y no me quiero callar mientras tú tienes las riendas.

Va como va.

A ti te han dibujado y yo rompo la pluma.

Va como va.

A mí me han hecho lleno de odio, a ti te han hecho de goma.

Va como va.

A ti te han dado la herencia, a mí me han dado la vida.

Va como va.

Si yo no tengo para mí, si tú no tienes nunca suficiente.

Va como va.

Y eres tú quien recibes de mí, yo de ti cobro un sueldo.

Va como va.

Si yo ya me he cansado de ir viviendo, diciendo

¡eh! Va como va,

Piensa que sólo diré hasta que más no podré:

Va como quiero, como queremos.

(traducción: https://search.app/wCJVR7qAfDf9apUM8)

Es preciso recordar que el actor y cantautor alcoiano Ovidi Montllor i Mengual (1942 – 10 de marzo de 1995), dentro de una semanas hará 30 años que falleció, pero nos dejó su obra, con una clarividencia que, incluso en la actualidad, sigue vigente, y presenta diferentes capas interpretativas, como se dice hoy día, pues esta canción podemos aplicarla, asimismo, a la relación entre Catalunya y España, pero, también podríamos aplicarla a la confrontación ‘fratricida’ de algunos de los candidatos en las elecciones mencionadas.

Y, en definitiva, mientras no cambiemos a mejor, todos, generando nuevos esquemas de comportamientos y, especialmente, evitando el ‘díaírei kai basíleue’ (expresión griega que significa: divide para reinar) o el ‘divide et impera’ (expresión latina de Gaius Iulius Caesar: divide y vencerás, divide y domina), no conseguiremos nada, ya que eso es lo que quiere el colonial reino español.

Así que todo depende de nosotros.