PARÍS (AP) — Acostumbrado a remontar en su camino a la final, Marco Verde no pudo venir de atrás otra vez, cuando la medalla de oro estaba a la vista. Un elusivo Asadkhuja Muydinkhujuaev se lo impidió tanto con los puños como con sus veloces piernas.
Verde, de 22 años, se quedó el viernes con la medalla de plata en la categoría de los medianos tras caer 5-0 ante el uzbeko Muydinkhujuaev en la cancha central del complejo de tenis de Roland Garros en los Juegos Olímpicos de París.
El mexicano fue hacia adelante en todo momento pero jamás pudo entrar en la distancia de un Muydinkhujuaev que se mantuvo en movimiento constante y se fue rápidamente arriba en las puntuaciones durante los dos primeros asaltos.
Muydinkhujuaev, un zurdo de 23 años, hizo su pelea. Se mantuvo a la larga distancia, sin golpes contundentes y en reversa constante. Aprovechó su largo alcance para marcar los golpes suficientes y convencer a los jueces en los dos primeros asaltos.
Ya abajo 20-18 en las cinco tarjetas, Verde fue por todo y Muydinkhujuaev fue por nada. No fue sino hasta que la réferi alemana Susann Kopke conminó al uzbeko a hacer pelea que hubo algunos intercambios de golpes.
Fue ahí que el mexicano sacó provecho y ganó el tercer round. Demasiado tarde.
El púgil del puerto de Mazatlán le dio a México su quinta medalla de estos Juegos Olímpicos y la tercera de plata, después de las obtenidas por la judoca Prisca Awiti y la dupla de Osmar Olvera y Juan Celaya en la prueba de clavados sincronizados desde el trampolín de tres metros.
Además, es la 14ta presea, y la cuarta plateada, para el pugilismo mexicano en una justa olímpica, la segunda disciplina con más blasones para la delegación azteca sólo detrás de los clavados, que han aportado 16 medallas.
El boxeo mexicano no ascendía a estas alturas del podio desde Los Ángeles en 1984, cuando Héctor López, en peso gallo, se colgó la plata. La de Verde es la primera medalla para México en el boxeo desde la obtenida por Misael Rodríguez en Río de Janeiro 2016.
En su camino al oro, Verde también redimió la historia familiar. Su padre Manuel, sólo subió una vez al cuadrilátero olímpico en Barcelona 1992, quedando eliminado en primera ronda.