● La visión inteligente se puede encontrar en diversos productos tecnológicos como aspiradoras, ventiladores, vehículos autónomos, bocinas o incluso en cámaras de seguridad que ayudan a cuidar desde nuestro patrimonio hasta a las personas que queremos.
México, agosto, 2024 — ¿Has oído hablar de la visión inteligente? Muchos productos tecnológicos en el mercado han adoptado esta herramienta de la Inteligencia Artificial (IA) para ofrecer a los usuarios nuevas experiencias, gratificantes y que resuelven problemas cotidianos de una forma sencilla, pero ¿de qué se trata?
Ricardo Fernández, Retail Manager en Botslab explica que la visión inteligente es la unión de un equipo de hardware con un sistema de software, lo que deriva en la creación de imágenes para visualizar escenas. «Actualmente los sistemas de software tienen acceso a mucha información (big data) que previamente se ha generado en otros dispositivos y da como resultado el procesamiento de identificación de objetos, lugares e incluso personas».
Para desarrollar tanto el software como el hardware se valen de la Inteligencia Artificial que tiene la capacidad de imitar ciertos comportamientos humanos, es así como se crean algoritmos que juegan un papel fundamental en el caso de las cámaras de Botslab: “con la finalidad de garantizar una reducción considerable en cuanto a errores humanos se crean algoritmos de inteligencia artificial que han sido programados e implementados en sistemas de reconocimiento facial y automatización de tareas”, recalca Fernández.
Es por ello que las cámaras de Botslab representan una evolución en el cuidado de niños, adultos mayores y mascotas, ya que antes para poder cuidar de nuestros seres queridos necesitábamos quedarnos en casa para garantizar un entorno seguro. “Hoy en día, gracias a Botslab el consumidor puede sentirse seguro ya que las cámaras en conjunto con el software y hardware han sustituido el ojo humano por un ojo con inteligencia artificial”, por ello cuentan con reconocimiento humano facial y detección de llanto.
«Hoy en día la relación entre visión inteligente e inteligencia artificial se centra en que a través de la visión inteligente podemos tener información que permita crear algoritmos más sofisticados y con mejor programación, tratando de imitar al cerebro humano, y así aplicarlos no sólo a la identificación de objetos o personas, sino a la seguridad y protección nacional, eficiencia en procesos médicos y de salud, vehículos totalmente autónomos, entre otros segmentos de mercado», detalla el especialista de Botslab.
Un ejemplo de dichos algoritmos se encuentra en las distintas cámaras que oferta Botslab, como su producto estrella, la C221, que incluye reconocimiento humano, detección de mascotas, detección de llanto, notificación de intruso, notificación de salida, llamadas con un sólo toque y audio bidireccional.
Otro producto es su cámara W312 que ofrece detección de múltiples escenas con IA, como reconocimiento de vehículos, protección de vehículos y supervisión de aparcamientos ilegales, además de cobertura de 360°, audio bidireccional y alarmas de sirena y luz; cámaras que cuentan con distintos algoritmos que cubren distintas necesidades.
Justamente el caso de la cobertura 360° es un ejemplo más de la exitosa implementación de la visión inteligente gracias a los algoritmos. El ojo humano no alcanza dicha visión, “pero gracias a la programación e inteligencia artificial, podemos tener un mini cerebro con un lente de la más alta calidad protegiendo nuestros espacios y seres queridos”.
Otro ejemplo es la detección de nuestro espacio de estacionamiento o la detección en caso de colisión de nuestro vehículo, lo que facilita la vida de los usuarios de cámaras de seguridad en el sentido de que no hay necesidad de estar presentes físicamente para cuidar de su patrimonio ya que la cámara realiza una vigilancia precisa por el usuario.
De acuerdo con Ricardo, la visión inteligente nos facilita la vida e incluso nos ayuda a tener una mejor calidad de vida, “en los productos o en la parte de visión inteligente, el objetivo es que el cliente o usuario tenga la perspectiva específica de que ya no va a hacer tanto trabajo en ciertas cosas”.