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Yolanda Díaz la Boabdil actual

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

La historia universal está repleta de traiciones de todo tipo, y siempre han sido ‘vestidas’ en función de los intereses de los vencedores, como es comprensible, aunque sea de forma tergiversada e interesada, pues la ciudadanía, en general, está ‘necesitada’ de todo tipo de gestas ‘heroicas’, para satisfacer su propia autoestima y la aparente comodidad.

Así tenemos, por ejemplo, la leyenda de Alonso Pérez de Guzmán, conocido como Guzmán el Bueno, (1256 – 1309), que, en el reinado de Sancho IV de Castilla (1258 – 1295), defendió Tarifa en 1294, y, según la leyenda, para no ceder al chantaje que le hacían los sitiadores del infante don Juan, que amenazaban con matar a su hijo, Guzmán lanzó una daga para que mataran con ella a su propio hijo, diciendo, como cuenta un romance: ‘que más quiero honra sin hijo, que hijo con mi honor manchado’.

De acuerdo con el derecho consuetudinario castellano, en caso de muerte del primogénito en la sucesión a la corona, los derechos debían recaer en el segundogénito, Sancho; sin embargo, el derecho romano privado introducido en el código de Las Siete Partidas, establecidas por su padre, Alfonso X el Sabio (1221 – 1284), con el objetivo de conseguir una cierta uniformidad jurídica del reino, y que establecía que la sucesión debía corresponder a los hijos de Fernando de la Cerda (el primogénito de Alfonso X; que había fallecido en 1275), apoyados por su madre, Violant de Aragón, esposa del rey Alfonso X, e hija de Jaume I, el Conquistador, y por Felipe III de Francia, tío de los infantes de Cerda.

Etimológicamente, la palabra ‘traición’ viene del latín traditio / traditionis, entrega, transmisión; que también da lugar a ‘tradition / traditionem, tradición, lo que se entrega de una generación a otra.

Y en el ejemplo mencionado, vemos que se pasa, olímpicamente, de la tradición consuetudinaria, a la traición de la innovación introducida por Alfonso X; y en esa traición, el citado Guzmán prefirió incluso sacrificar a su propio hijo por el ‘honor’ (beneficios y privilegios). Una buena prueba de que hay ‘políticos’ que no se casan ni con la propia familia, y que prefieren mantener su propio orgullo y soberbia.

Pero otro ejemplo, que me parece más ilustrativo de la situación actual, lo tenemos en Boabdil (el Zogoibi, como los musulmanes le llamaban: ‘el desventurado’), mientras que los cristianos le denominaban el ‘rey chico’.

Boabdil, en realidad, no fue un enemigo de los Reyes Católicos, si no un aliado que, a cambio de conseguir el trono, cedió terrenos a los cristianos y trabajó desde dentro, para entregar la ciudad de Granada sin violencia.

El emir de Granada, Muley Hacén, que había conquistado territorios a los cristianos, y se había negado a pagar los tributos estipulados por los cristianos.

Los reyes Fernando e Isabel, apoyados por el Papa Sixto VI, instituyeron una Cruzada y establecieron una bula, que consiguieron grandes fondos de las monarquías europeas y tropas de caballeros aventureros, dispuestos a participar en la última Cruzada del Occidente cristiano.

En ese contexto, Boabdil, ‘el rey chico’, asumió el bando musulmán, en una guerra civil. Hijo de Muley Hacén y de Aixa, prima del soberano, indispuesto con su padre, por su indisciplina y líos de faldas, fue apartado de la descendencia, pues su padre no lo consideraba apto para reinar Granada. Pero Boabdil, aprovechando que su padre estaba ausente, luchando contra los cristianos, se levantó en rebeldía contra Muley, en 1482.

Muley regresó rápido a Granada, enfrentándose a su hijo; en Lucena, Boabdil, al intentar salvar a su caballo, fue capturado por los cristianos; pero Isabel y Fernando lo trataron con respeto y accedieron a liberarle a cambio de un gran rescate y promesa de vasallaje y pago de un tributo, que Boabdil aceptó.

Boabdil regresó a Granada, intensificándose la guerra civil, hasta que el emir Muley, herido, huyó de Granda, dejando el trono a su hermano, Ibn Sad (el Zagal), experimentado comandante. La ciudad y terrenos se dividieron, una parte gobernada por Boabdil y otra por su tío Ibn Sad. Si bien llegaron a un acuerdo para luchar contra los cristianos; por lo que Boabdil traicionó, rompiendo su juramento efectuado a los reyes cristianos. Pero, manteniendo pactos secretos con éstos, para derrocar a su tío, siendo el enlace Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.

Con la ayuda de los cristianos, el Zagal fue expulsado de Granada y Boabdil salvó la vida sin luchar. El 25 de noviembre de 1491, los reyes cristianos firmaron un acuerdo definitivo para rendir la ciudad. El 2 de enero de 1492 se escenificó la rendición, y Boabdil entregó las llaves. No es cierta la frase de la madre de Boabdil: ‘llora como una mujer, lo que no supiste defender como un hombre’. Boabdil siguió viviendo en la península, en un territorio asignado por los reyes cristianos, pero, al cabo de dieciocho meses, atravesó el Estrecho, y se instaló en Fez.

Los conquistadores de la ciudad fueron denominados, por el Papa, como ‘los atletas de Cristo’ y Fernando e Isabel el título de Católicos. Con la progresiva preeminencia del cardenal Cisneros, confesor de la reina, en 1499, se endurecieron las leyes de ‘convivencia’ con los musulmanes, traicionando, de ese modo, el pacto efectuado con Boabdil.

(fuente: https://www.abc.es)

Este largo preámbulo me parece interesante para mostrar que siempre hay intereses que ‘justifican’ todo tipo de traiciones.

Y, en el momento actual, Yolanda Díaz, líder del nuevo partido de ‘Sumar’, me parece que está haciendo, a la perfección, el papel de Boabdil, confabulada con el PSOE, para aniquilar a Unidas Podemos y, claro, si Isabel y Fernando tenían el apoyo del Papa, Pedro Sánchez tiene el de la cúpula de la UE, que quiere eliminar voces disidentes con la guerra en Ucrania, por ejemplo, por su vasallaje y rendición ante los EUA.

Así, tenemos que la teórica izquierda del PSOE, formalmente rendida a los principios liberales de la derecha, tiene vendida su alma al diablo y, de ese modo, tanto le da enfangar a quien haga falta; y si es preciso hundir a Podemos, se le hunde, pues siempre es molesto un tipo como el emir Muley Hacén (Pablo Iglesias), y, a cambio, se promociona, por todos los medios posibles, a los débiles y traidores, como Boabdil (Yolanda Díaz)

La historia nos enseña que, una vez conseguidos los objetivos, los vencedores no respetan los tratos, como no los respetaron los reyes cristianos ni hará Pedro Sánchez, que ahora ‘promete’ un futuro matrimonio feliz con Yolanda Díaz, a cambio de hacerle el trabajo sucio.

Es cierto que hay personas predispuestas a jugar con esas reglas. Y sabemos que Yolanda Díaz, ya había realizado sus malas artes en Galicia, contra el nacionalista Xosé Manuel Beiras; y ahora contra Unidas Podemos, para destruir ese partido, arrasando con todo; y, a tal fin, ha realizado una operación de ingeniería, para aniquilar políticamente a Irene Montero, Pablo Echenique, etc.; y, para mayor inri, colocar como cuarta en las listas de Barcelona, a Lilith Verstrynge; es decir, una de Unidas Podemos, pero, de Madrid, así nos muestra su colonialismo, que envía a las colonias a miembros de la metrópoli, desconsiderando, así, a todos los barceloneses.

Y es una muestra más de que, de forma generalizada, cuando se palpa el poder y sus prebendas, nadie quiere perderlas; así, el veterano Jorge Verstrynge (ex PP, ex PSOE, ahora ‘todavía’ de Podemos, por lo que parece), y vemos que ‘casualmente’, su hija de 30 años, ya ha estado varios años como asistente de Podemos en el parlamento europeo, y, ahora, ya candidata a ser diputada en las elecciones generales. Utilizan el poder como si fuera una monarquía absolutista, pasando las prebendas de padres a hijos. 

Vemos que Yolanda Díaz no actúa sola, está arropada por personajes como Iñigo Errejón, de ‘Más Madrid’, antiguo colaborador de Pablo Iglesias. Y eso es una muestra más del infantilismo rendido al poder, no hay otra. Pura venganza.

Muchos estamos cansados de toda esta mecánica, de todas esas malas artes. Queremos hacer borrón y cuenta nueva y, ser independientes es la única fórmula.

Sabemos que, una vez independientes, tendremos nuestra propia basura, como todos los estados; así, tendremos a racistas como Silvia Orriols (ganadora de las elecciones municipales en Ripoll, por el partido de Alianza Catalana), que, siendo independentista, es una fascista de manual. Y también tenemos a Vox, PP y Ciudadanos. Así que tendremos mucho, muchísimo trabajo en el futuro, pero, paso a paso, y el primero es conseguir la independencia.